Nos alojamos en el Camping Llanos de Arance, en unos bungalows de madera muy bien equipados, con capacidad para hasta 9 personas.
El camping se encuentra muy bien situado, justo al lado del río Guadalquivir donde se pueden practicar deportes náuticos, y muy cerca de las zonas que queríamos conocer, el río Borosa y el parque cinegético Collado del Almendral. Había muchos más sitios interesantes, pero con tan sólo 2 días y con 10 niños pequeños en el grupo, era difícil proponerse visitar más sitios.
Este puente está justo a la entrada del camping.
A los niños, una de las cosas que más les gustó, es estar rodeado de animales. En el mismo camping por las noches, cuando preparábamos la barbacoa, se metían los zorros a intentar cogernos algo de comida, y justo alrededor del camping, detras de la verja, por las noches, se acercaban los jabalíes para comer. También teníamos al lado a las ardillas y una charca con cientos de ranas, los niños disfrutaron mucho.
El primer día fuimos al Parque Cinegético Collado del Almendral, situado a unos 10 minutos por carretera del camping. Desde allí nos montamos en un tren turístico, e hicimos una ruta de aproximadamente 45 minutos en tren donde pudimos ver ciervos, gamos, muflones, cabras montesas... e incluso los pudimos tocar desde el tren mientras el guía turístico les echaba comida.
Después hicimos una ruta a pie durante 1 hora donde nos encontramos más animales, estuvimos en miradores con unas vistas preciosas, y nos dieron una pequeña charla sobre las aves rapaces que estaban allí.
Para ver precios y más información pincha aquí.
Estas son algunas fotos sobre este lugar, he de decir que la calidad de las fotografías no es la mejor, ya que preferí no llevar la cámara de fotos, y todas las fotos fueron realizadas con mi móvil.
Preciosas vistas desde el Pantano del Tranco, lástima que hubiese tan poca agua, esperemos que este invierno llueva para llenar los embalses y pantanos.
Desde los miradores se divisaba estos paisajes de abundante vegetación.
El segundo día, dejamos el camping por la mañana, llenamos las mochilas de bocadillos y bebida, y nos dirigimos hacia la zona del río Borosa. Pero justo antes de bajar para el sendero, nos paramos en el Centro de Visitantes de la Torre del Vinagre.
Este centro de visitantes, es un centro de interpretación que dispone de varias salas donde nos muestran una visión general sobre la naturaleza del entorno de Cazorla y que para los niños está muy bien. La entrada es gratuita.
Además hay una pequeña tienda de souvenirs y productos típicos de la zona, y nos llevamos unas mermeladas artesanales, que no pueden estar más ricas.
Al salir, casi en frente de este Centro de visitantes, está el Jardín Botánico Torre del Vinagre, e hicimos algunas fotos como estas.
Este pequeñín tan guapo es el hijo de mi amiga, es un bichillo tremendo, al igual que Claudia.
Después aparcamos los coches al lado del Centro de Visitantes Río Borosa, e iniciamos una ruta a pie por un sendero que recorre todo el cauce del río Borosa, uno de los principales afluentes del Guadalquivir,
Desde el inicio es un trayecto muy bonito, porque el río, de aguas cristalinas, está en un entorno natural precioso, con abundante vegetación.
El sendero tiene aproximadamente 8 kilómetros, y nos informaron que los 3 primeros kilómetros, era por una pista forestal cómoda para poder llevar carritos de bebés, así que como supuse que no haríamos ni los 3 primeros kilómetros, nos llevamos el carrito, y menos mal, ya que Claudia y Oliver se cansaron en los 100 primeros metros je je je je.
Nosotros no pudimos llegar a la zona donde nos contaron que es la realmente atractiva, porque la zona empezaba justo a los 3 kilómetros, pero aún así, el sendero que recorrimos nos encantó.
Os dejo fotos de este trayecto.
Así estaba Oliver en la ída...
Y así estaba en la vuelta .... jajaja
Esta es la zona del río que no pudimos llegar a ver, ya que los peques no aguantaron.
Como tuvimos que darnos la vuelta antes de tiempo, paramos a comernos los bocadillos en el centro de visitantes Río Borosa, donde hay una pequeña exposición sobre la red hidrográfica, peceras con especies de la zona y un pequeña cafetería con vistas al jardín, todo en un entorno privilegiado.
Espero poder volver a hacer otra nueva escapada pronto, esta nos ha dejado muy buen sabor de boca.
¡¡Besos!!
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